domingo, 30 de mayo de 2010

Acertijo

     Quiero aclarar de entrada que no hay trampas, no hay cosas escondidas, todo está a la vista.
     Algo más: si no conoce el ejemplo, permítame una sugerencia. Trate de pensarlo solo porque vale la pena, en particular, porque demuestra que lo que usted cree sobre usted mismo a lo mejor no es tan cierto. O, en todo caso, es incompleto.





     Antonio, padre de Roberto, un niño de 8 años, sale manejando desde su casa en la Capital Federal y se dirige rumbo a Mar del Plata. Roberto, va con él. En el camino se produce un terrible accidente. Un camión, que venía de frente, se sale de su sector de la autopista y embiste de frente al auto de Antonio.
     El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida. Una ambulancia de la Municipalidad de Dolores llega casi de inmediato, advertida por quienes fueron ocasionales testigos, y el niño es trasladado al Hospital.
     No bien llega, los médicos de guardia comienzan a tratar al chico con mucha dedicación pero, luego de charlar entre ellos y estabilizarle las condiciones vitales, deciden que no pueden resolver el problema de Roberto. Necesitan consultar con especialistas. Además, advierten el riesgo de trasladar al niño y, por eso, deciden dejarlo internado allí, en Dolores.
     Luego de las averiguaciones pertinentes, se comunican con el Hospital de Niños de la Capital Federal y, finalmente, conversan con una eminencia en el tema a quien ponen en autos de lo ocurrido. Como todos concuerdan que lo mejor es dejarlo a Roberto en Dolores, la eminencia decide viajar directamente desde Buenos Aires hacia allá para revisar al paciente. Y lo hace. Los médicos del lugar le presentan el caso y esperan ansiosos su opinión.
     Finalmente, uno de médicos es el primero en hablar: -”¿Está usted en condiciones de tratar al chico?”, pregunta con un hilo de voz. Y obtiene la siguiente respuesta: -”¡Cómo no lo voy a tratar si es mi hijo!”





     Bien, hasta aquí, la historia. Está en usted el tratar de pensar una manera de que tenga sentido. Le insisto en que no hay trampas, no hay nada oculto. Y antes de que lea la solución, quiero agregar algunos datos:

a) Antonio no era el padrastro.

b) Antonio no era cura.

     Ahora sí, lo dejo a usted y su imaginación. Eso sí, le sugiero que lea otra vez la descripción del problema y, créame, es muy, muy sencillo.





Solución
     Lo notable de este problema es lo sencillo de la respuesta. Peor aún: no bien la lea, si es que usted no pudo resolverlo, se va a dar la cabeza contra la pared pensando, ¿cómo puede ser posible que no se me hubiera ocurrido?
     La solución es que la eminencia de la que se habla, sea la madre.
     Este punto es clave en toda la discusión del problema. Como se advierte (si quiere vuelva y relea todo), nunca se hace mención al sexo de la eminencia. En ninguna parte. Pero nosotros tenemos tan internalizado que las eminencias tienen que ser hombres que no podemos pensarla mujer.
     Y esto va mucho más allá de que, puestos ante la disyuntiva explícita de decidir si una eminencia puede o no puede ser una mujer, creo que ninguno de nosotros dudaría en aceptar la posibilidad tanto en una mujer como en un hombre. Sin embargo, en este caso, falla. No siempre se obtiene esa respuesta. Más aún: hay muchas mujeres que no pueden resolver el problema y cuando conocen la solución se sienten atrapadas por la misma conducta machista que condenan.


Fuente: Adrián Paenza

2 comentarios:

Ana Lopez Acosta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana Lopez Acosta dijo...

Hola Sebastián. Muy buen blog. Estuve leyendo tus posts, después de leer el acertijo y la historia de Bohr, me quedé pensando en el condicionamiento que se produce en los chicos cuando aprenden, lo que sea, matemáticas o lengua, por ejemplo.
Este acertijo me da para pensar más allá ( o más acá) de las matemáticas porque es tan así de arraigado el condicionamiento que se filtra a las palabras y al pensamiento. El español está estructurado para que - genéricamente - se describa a los profesionales de la salud como "los" médicos. En inglés - por ejemplo - "los" médicos son "the" physicians ningún género se marca, son hombres o mujeres, es neutro. En español - aunque no tengamos conciencia de ello - los profesionales de la salud se mencionan en masculino, aunque en la facultad de medicina más del 60 % de la matricula esté ocupada por mujeres. En inglés también, "padres" es "parents", en español es "padres", que deriva de "padre" o sea del masculino.
En el relato de tu acertijo se formula un juego de palabras en donde "la" eminencia está formulado en femenino, pero aunque el problema otorgue esa ayuda se hace complejo salir del condicionamiento del pensamiento y del lenguaje.

Aunque soy médica no lo resolví... jeje! hay un viejo dicho que reza:
"si entra un burro por Paraguay sale un medico por Córdoba"

Muy bueno lo tuyo!

Un beso, feliz 2011.